Poema Posmoderno

por Carla Demark

Rastrear el beso entre las piedras secas,
entre los suburbios olvidados,
en la tragedia de los otros, que siempre es de uno.

Desarmar la multitud con un abrazo limpio:
que sea desde el deseo la lucha encarnada,
y la revolución contra la desdicha.

Arder contra el frío despojo capitalista,
y a pesar del abismo
entre los de arriba y los de abajo,
romper los muros que ocultan la justicia.

Reparar la herida de lo cuantificado,
de la aguja del tiempo que enajena los pasos,
como un látigo cruel y titánico.

Rebelarse contra la apatía y el servilismo,
incluso cuando te llamen loco,
incluso cuando te llamen cretino.

Arder contra el helado mar individualista,
y a pesar de la bravura de las aguas,
nadar a favor de la ternura y de la vida.

Confesarle al viento los pecados que no cometimos,
por flotar en la desolación
de lo repetido.

Gritar el propio nombre en la vacía cavidad del éxito,
para dejar de susurrar apaciguados
a cambio de un eco mercantil e inauténtico.

Arder contra el tiritar de la soledad y de la violencia,
y a la hora de la muerte
sonreír como íntima victoria,
porque en la era de los cansados
hemos habitado el mundo
    despiertos.


PH: Cynthia Schlegel

Carla Demark es psicoanalista, profesora en letras y escritora.
Este poema pertenece a su tercer libro El lenguaje de las orillas, que se publicará a finales del 2020.

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